viernes, junio 05, 2009

La guerra de las teles ha acabado.


Ya lo dijo el otro día Iñaki de que al final de la semana tendríamos noticias. Ce fini, el acuerdo entre Sogecable y Medipro, Cebrián y Roures, La Sexta y Cuatro, pone fin a la guerra del fútbol, de las cadenas, de SLQH,... nace (en un mes si la cosa no se tuerce) el mayor holding empresarial audiovisual de España.

Pero esto, que debe ser una buena noticia y creo que lo es, pone fin tambien a una guerra de padres e hijos. Una guerra encubierta y soterrada dentro de la izquierda de este país que competia por quien era los que tenían más poso y poder.

Una guerra, porque no decirlo, entre la gente del felipismo, personas de 50 para arriba, socialistas de la transición y del "este país no lo va a reconocer ni dios" que tenían su referente mediático y político muchas veces en El País, la SER, el plus, Santillana,... vamos, en PRISA.

En el otro lado, es la nueva era, la nueva ola, de Zapatero, Leire, Pepe Blanco,... los que ganaron el 36 Congreso, que con buena visión favorecieron a Roures, Aragon, Buenafuente,... para crear un grupo de comunicación más transgresor, más izquierdista que el de al fin al cabo sus padres (los de unas líneas más arriba).

Una guerra que ha tenido su sentido para diferenciarse, para tener cada uno su espacio y que ahora con su fusion me imagino que tirará a mantener y ampliar ese espacio social que tantas veces se soslaya con los siguientes, entre otros medios de comunicación:

Prensa: EL PAÍS (primer periódico del país) y Público (menos tirada pero progre donde los haya)
Radio: Unión Radio, la mayor red de emisoras de habla hispana del mundo con más oyentes que nadie
TV: Digital +, Cuatro, La Sexta, todo el fútbol, la Formula 1, el tenis,... teles con poca audiencia, sí, pero que triunfan en donde hay dinero, clases medias urbanas con estudios.
Editoriales: Grupo Santillana, por ejemplo.

Espero, porque me encantan los medios de comunicación, que por fin tengamos una televisión donde no se maltrate a las series, que podamos elegir mucho más, más interactiva, sin complejos,... porque tenemos que salir a la calle y decir que SOMOS DE IZQUIERDAS y punto.

Por cierto, no seamos ingenuos, Roures, Cebrián, Polanco y compañía pueden ser afines pero son empresarios y tienen un negocio que es vender libros, periódicos y meter publicidad y NO SON POLÍTICOS.

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